Descripción del libro
¿Cómo actúa el Espíritu Santo en las iglesias de hoy? ¿Realiza sanidades milagrosas, da profecías y mensajes en lenguas? ¿Otorga a los cristianos un nuevo poder para ministrar cuando experimentan "el Bautismo del Espíritu Santo" después de la conversión? ¿Expulsa a los demonios cuando los cristianos lo ordenan?
O, tal vez, ¿son estas cosas reliquias de un pasado distante, del tiempo en el que se estaba escribiendo el Nuevo Testamento y los apóstoles estaban vivos, dirigían, enseñaban (y hacían milagros) en las iglesias?
Entre los evangélicos de hoy existe poco consenso en la respuesta a estas preguntas. Muchos pentecostales dicen que los cristianos deberían buscar ser bautizados por el Espíritu Santo después de la conversión, y que esta experiencia resultará en un nuevo poder espiritual para el ministerio. Otros evangélicos, sin embargo, responden que ya han sido bautizados por el Espíritu Santo, porque sucedió en el momento de convertirse en cristianos. ¿Quién tiene razón? ¿Cuáles son los argumentos de cada postura?
Como añadidura a estas preguntas, existen también muchas diferencias sobre los dones espirituales extraordinarios. ¿Puede alguien, actualmente, tener el don de profecía, de modo que Dios le revele cosas y esta persona pueda revelárselas a los demás? O ¿se circunscribe al tiempo en que el Nuevo Testamento estaba todavía por terminar, en el primer siglo d.C.? Y ¿qué hay de las sanidades? Cuando los cristianos oran hoy en día: ¿deben esperar que Dios sane frecuentemente de manera milagrosa? ¿Pueden algunas personas todavía tener un don de sanidad? O ¿Debemos enfatizar al orar que Dios realice la sanidad a través de los medios normales, como los doctores y la Medicina? De nuevo: ¿deberíamos animar a la gente para que viera el valor de la enfermedad, y orar para que tenga Gracia para resistir?
Existe incluso menos consenso todavía sobre el don de hablar en lenguas. Algunos cristianos dicen que es una ayuda útil en su vida de oración. Otros dicen que es una señal de haber sido bautizado en el Espíritu Santo.
Otros dicen que en la actualidad no existe porque es una forma de revelación verbal de Dios que terminó cuando el Nuevo Testamento fue completado. Podríamos continuar con más preguntas sobre si el Espíritu Santo nos guía en la actualidad a través de sentimientos e impresiones de su voluntad, acerca de expulsar demonios, sobre buscar dones milagrosos, sobre afirmaciones como que la evangelización debe ir acompañada por demos- traciones del poder milagroso de Dios. Pero la idea ya ha quedado clara: estamos ante un área de debate amplio e interesante, de inmensa importancia para la Iglesia de hoy.
¿Existe algún camino en medio de este conjunto de preguntas y diferentes visiones? El primer paso debe ser definir claramente cuáles son los principales puntos de vista en el mundo evangélico. Si lo único que hacemos es lograr este objetivo, ya habremos conseguido algo valioso.
Pero, ¿cuáles son las posiciones principales?
La posición cesacionista, (el grupo de creyentes que defiende el cese de los dones milagrosos) argumenta que no existen los dones milagrosos ni los dones del Espíritu Santo en la actualidad. Los dones como la profecía, hablar en lenguas y las sanidades estaban circunscritos al primer siglo, y fueron utilizados cuando los apóstoles establecían las iglesias, y el Nuevo Testamento aún no había sido completado. Esta posición está bien definida y defendida por lo que se conoce como "iglesias históricas" (Luteranos, Reformados o Calvinistas, Anglicanos, Metodistas) y la mayoría de los movimientos clásicos evangélicos (como los Bautistas, Asambleas de Hermanos, etc.).
En clara oposición a los cesacionistas están tres grupos que promueven el uso de los dones milagrosos hoy en día: Pentecostales, Carismáticos y Tercera Ola. Aunque la gente en ocasiones utiliza los términos "pentecostal" y "carismático" indiscriminadamente para referirse a todos estos grupos, los términos se entienden mejor de la siguiente manera:
Pentecostal se refiere a cualquier denominación o grupo que tenga sus orígenes en el avivamiento pentecostal que comenzó en los Estados Unidos en 1901, y que mantiene la doctrina siguiente: (1) todos los dones del Espíritu Santo mencionados en el Nuevo Testamento están pensados para hoy, (2) el Bautismo del Espíritu Santo es una experiencia poderosa que sigue a la conversión, y debería ser buscado por los cristianos en la actualidad, y (3) cuando el Bautismo del Espíritu Santo tiene lugar, las personas hablarán en lenguas como una "señal" de que han vivido esa experiencia. Los grupos pentecostales normalmente tiene sus propias estructuras denominacionales distintivas, entre las cuales están las Asambleas de Dios, la Iglesia de Dios en Cristo, y muchas otras.
Carismático, por otra parte, se refiere a cualquier grupo (o personas) que tenga sus orígenes en el movimiento de renovación carismático de los años 60 y 70, y que busque practicar todos los dones milagrosos mencionados en el Nuevo Testamento (incluyendo profecía, sanidad, milagros, hablar en lenguas, interpretación y discernimiento de espíritus). Entre los carismáticos existen diferentes puntos de vista sobre si el Bautismo del Espíritu Santo es subsiguiente a la conversión y sobre si hablar en lenguas es una señal de ello o no. Los carismáticos se han abstenido de formar sus propias denominaciones, pero se ven a sí mismos como una fuerza renovadora dentro de las iglesias protestantes y católico-romana.
La llamada "Tercera Ola" surgió en los años 80 de la mano del profesor de Misiones del Seminario Teológico Fuller C. Peter Wagner. Anima a todos los creyentes a utilizar los dones milagrosos del Nuevo Testamento en la actualidad y sostiene que la proclamación del Evangelio debe ir acompañada, habitualmente, por "señales, maravillas y milagros", según el patrón del Nuevo Testamento.
Esta obra ofrece un foro imparcial donde comparar las cuatro perspectivas. Un destacado representante de cada una de estas líneas de pensamiento presenta su posición, acompañada de los comentarios y la crítica de las perspectivas opuestas.
Una obra excelente, divulgativa, objetiva y muy útil.